YA NO BASTA CON REZAR

La película de Aldo Francia ambientada en Valparaíso a fines de la década de los 60’, nos muestra los fuertes cambios sociales y las transformaciones de una sociedad más moderna y compleja. La historia se basa en los sectores más desposeídos y en los obreros, demostrando la presencia y actitud de los nuevos actores sociales.

La película se centra en la figura de dos sacerdotes, uno viejo y alineado con la oligarquía, que basa su atención en la gente de esos sectores, con los que incluso compartía cenas. Por otra parte esta el Sacerdote Jaime, quien posee gran conciencia social y trabaja constantemente con los marginados y los obreros, aunque con el transcurso de la historia, ese trabajo se convierte en lucha.

Llama fuertemente la atención el respeto que poseen los sacerdotes tanto en los sectores populares como en la oligarquía. En ambos casos, la gente busca consejos y orientación por parte del clero. Se nos presenta una sociedad mucho más conservadora, esto queda demostrado cuando muy acertadamente se muestra la prohibición del uso de Bikini en las playas de Valparaíso, por considerarlo “una moda de desvergonzada coquetería”. La sociedad de la época comienza a sentir los efectos sociales de la industrialización instaurada en Chile, como la explotación laboral, los bajos sueldos de los trabajadores y las grandes diferencias entre el proletariado y los dueños de los medios de producción. Comienza a gestarse en su maxima expresion, la crisis de la riqueza mal repartida.

Aldo Francia es un director que se caracterizo por mostrar generalmente problemas sociales, lo había hecho previamente con “Valparaíso de mi amor” en 1969 y ahora presentaba “Ya no basta con rezar”, para muchos, su obra consagratoria. En esta película podemos apreciar dos aspectos sociales fuertemente representados. Primero, las brutales condiciones en las que viven los pobladores de las zonas rurales y periféricas de Valparaíso. Es tan fuerte la condición de vida, que muchas personas vivían en basurales y tomando agua sucia que transmite enfermedades como el Tifus y otras infecciones. El segundo aspecto es el despertar de los sectores obreros. Los trabajadores comenzaron a protestar por las pésimas condiciones laborales, la explotación y las desigualdades que tenían que soportar. El proletariado comienza a reunirse en sindicatos y sale a la calle para protestar por las injusticias, sufriendo la brutal represión policial, la cual detiene y oprime al movimiento obrero sin compasión. Incluso allana casas, como la sede donde se hacían los panfletos y lienzos de protestas, y se hacían detenciones preventivas para impedir que el movimiento siga expandiéndose.

Las tan marcadas diferencias sociales de la época, son muy trabajadas por Aldo Francia. El alto grado de desamparo de los sectores populares se demuestra magistralmente en la película. El hambre y la insalubridad predominan en la periferia de Valparaíso, y contrastan de gran forma con la situación de la oligarquía, la cual goza de sus riquezas sin importarles la situación obrera. Hablan mucho de política y de la complicada situación internacional, marcada por la guerra fría y los bloques socialistas y capitalista. Pero jamás comentan sobre la crisis social de la época, claro, están en total desacuerdo con las protestas y sindicatos obreros, principalmente porque influía negativamente en sus negocios e inversiones, pero su pensamiento se basa principalmente en la indiferencia.

Esta indiferencia, la desigualdad y la injusticias sociales son las que provocan el levantamiento del proletariado, el cual comienza a tener repercusión en todos los sectores de la sociedad y de a poco va ganándose el apoyo de otros actores sociales emergentes. Uno de estos son los estudiantes, los cuales muestran su apoyo por los sindicatos obreros y se hacen presentes en las movilizaciones.

Es en el contexto social donde aparece la figura del padre Jaime, un sacerdote joven y con mucha conciencia social, la cual demuestra a lo largo de toda la historia. Siempre ayudando a los pobres con su presencia y acciones, aconsejando y apoyando a los obreros, con quienes compartía durante las huelgas, cantando y haciendo panfletos, incluso tenia activa participación en los hogares de menores y los consultorios. Además, durante la historia siempre mostró un claro desprecio (no radical) a los sectores oligárquicos, lo que queda demostrado cuando estaba compartiendo un almuerzo con gente de estos sectores y ante los comentarios clasistas e inconscientes, el sacerdote se para y se va de la casa. Jaime siempre promovió la lucha pacifica y el dialogo, no apoyaba las manifestaciones ni menos el vandalismo.

Pero con el transcurso de la historia tanto el sacerdote como los obreros se dan cuenta que el dialogo y las negociaciones no bastaban, había que actuar de otra forma y esta era la vía de la presión, las protestas, huelgas y manifestaciones en la calle. Una actitud que actualmente vemos que se repite en diversos ámbitos, como la crisis estudiantil tanto de la década de los 80 como la de junio de este año. Ante la indiferencia y la ineptitud del dialogo, el descontento tuvo que manifestarse en la calle y utilizar la presión de los paros y tomas de recintos.

YA NO BASTA CON REZAR

Dirección: Aldo Francia

Guión: José Román, Aldo Francia, Dario Marcotti

Producción: Juan Carlos Pires

Año: 1971

Duración: 80'

Formato Original: 35mm Color

Actuación: Marcelo Romo, Tennyson Ferrada, Leonardo Ferrucci