domingo, mayo 06, 2007

HISTORIAS DE BARRIO

No soy bueno escribiendo. Quizas informativamente si o relatando historias, pero me cuesta bastante "abrirme" en las historias, expresar sentimientos y esas weas. ¿Querian weas dramaticas los weones? Aca tienen una...
Me gusta caminar por mi barrio de noche, generalmente no lo hago en las mejores condiciones pero otras veces la caminata se da por un sencillo tema de inspiracion. Ahora mismo (0.45 de la noche) vengo de deambular durante horas por las calles que me vieron nacer, mi auto murio por un problema al embrague, por lo que lo estacione en una calle cercana y tuve que caminar algunas cuadras. Las calles llenas de hojas, el frio de la epoca, ese inconfundible olor de este sector... llevo mucho tiempo en este lugar y espero no irme nunca. Mientras caminaba recorde aquella leyenda ocurrida durante los primeros meses del 2003
Era mi ultimo año de escolar, muchos cambios, decisiones y temas que a mi me tenian indiferente. En eso aparecio ella, me acuerdo la primera vez que la pase a buscar para un carrete, todos los picosconruedas iban a buscar a las minas en sus golf's o A3. Yo... A PATA. No tenia auto y manejaba pesimo. Pero esa noche fue especial, todavia la veo saliendo de su casa, tan timida pero a la vez muy segura de ella misma. No se achicaba nunca, era apañadora, inteligente, atinada, fisicamente de todo mi gusto, puta para mi era perfecta. Estaba llena de detalles que me volvian loco. Pero en el fondo sabia que estaba cagado, ella era más chica, no llevaba nuestro mismo ritmo -acuerdense, estaba en cuarto medio- yo ya empezaba a salir en la semana, a ella le ponian horarios de llegada.
La aprensividad de la que ella era victima -aunque no le hacia mayor asco- hizo que lentamente me fuera alejando. Esa vez tome una decision siguiendo mis instintos, pero fue la logica lo que me persuadio para actuar de esa forma. Me equivoque y siempre lo voy a reconocer, cometi el error más grande de mi vida cuando olvide que en esta vida uno tiene que hacer lo que uno quiere, no lo que uno cree. Solo por esa razón es que hasta el dia de hoy me duele el episodio. Me dolió aceptar que no podia estar con ella, por fin supe a que sabian las lagrimas, no tenia idea que eran saladas y mucho menos que las mias tenian un extraño aroma a sangre. Nunca peliamos, nunca discutimos, nunca nos ignoramos, sencillamente nos distanciamos progresivamente, hasta llegar al limite de no verla más.
Pasaron los meses, me la tope en msn una noche y me contó que estaba pololeando hace como un mes y medio. La noticia me llego de golpe, me afecto obviamente pero tampoco tanto, en esos dias yo tambien estaba con alguien, lamentablemente ella no era ni 1/3 de lo que era la ____ para mi. Me amargue bastante y era comun verme de mala o que todos rieran menos yo. Semanas despues conoci al pololo en un carrete, un longi con todas sus letras, y ojo que no es la del picado, toda la gente opino lo mismo y se comentaba "como esta mina esta con este pajaron". Nunca pense en agredirlo o encararlo, eso es de sacowea, ademas el cabro era buena persona, no le hacia mal a nadie.
Paso un año completo desde este episodio, era octubre más o menos. Estaba en pleno periodo de solemnes de mi primer año de universidad. Era un miercoles o jueves, tenia que entregar una monografia de casi cuarenta paginas, estaba por terminarla cuando suena el telefono. Era el compañero y hermano ______ _______ quien necesitaba casa para consumir, porque posteriormente iba para una conocida disco santiaguina. Atentamente le ofreci mi casa, claro que yo solo lo acompañaba, el tema academico estaba primero. La conversacion se puso buena asi que acepte gustoso un combinado, el problema es que rapidamente se me calento el hocico. Sin darnos cuenta bajaba la primera botella de Mistral, la conversacion seguia muy buena asi que era oportuno abrir otra, la cual bajo en una velocidad impresionante, ya despues como salieron los vasos de whisky y los respectivos puros me di cuenta que la situacion era insostenible. El excelente y culto dialogo se habia transformado en una asquerosa platica de borrachos "Hay que matar a todos los DC's cualiaos", "¡Basta de censura!", "Cuando me tope con ese culiao del ____ le voy a sacar la conchesumare", "el arbitro estaba curao weonoo!", "Me andaba apuntando el hijopu..!", eran algunas de las frases que se podian escuchar a kilometros de distancia. Eran casi las cinco de la mañana y este weon me dice angustiadisimo:
- on djebai a mi asa uliao? ("Huevón, me llevarias a mi casa?")
- Domo shusha eri que te ieve conchetumare o chai que o uedo ni blar chetumare? ("¿Como carajo quieres que te lleve desgraciado, nos ves que nisiquiera puedo comunicarme?")
Este weon vive relativamente cerca, habia que cruzar un par de importantes calles pero lo lleve, primera y ultima vez que manejaba en ese estado. La cercania me favorecia. Lo lleve sin ningun problema pero a la vuelta las consecuencias de la noche sencillamente me ganaron, por esta razon estacione el auto EN LA MISMA CALLE QUE LO ESTACIONE HACE 30 MINUTOS y camine hacia mi casa. Caminba en zig zag, hablando solo y -claramente- puras weas, cuando a lo lejos diviso gente en la vereda. Trate de componerme un poco para no parecer tan indigno, mientras me acercaba me di cuenta que estaba al lado de la casa de esta mina y la gente que estaba afuera -que enrealidad era una pareja- eran ella con su pololo. Quede perplejo, se me desfiguro la cara y en menos de un segundo volvi a estar sobrio. Estaba muy cerca como para cruzar la calle y pasar piola, pero estaban abrazados y en una posicion que no podian verme asi que decidi pasar lo más tapado posible y rezando para que no me vieran... y lo logre, no me vieron. Pero yo vi mucho.
Ella no me vio porque nunca abrio los ojos y aunque pase a menos de un metro ella jamás los abrio, fue como si nadie hubiese pasado por ahi. Pero cuando la vi la mina estaba tan feliz que todo mi odio desaparecio, incluso me puse feliz por ella. Volvi a ver las cosas de otra forma, ella estaba contenta y eso es lo que importa. Siempre he dicho que asi piensan los giles, y es verdad. Esa noche fui un gil, pero un gil feliz.
Para cerrar no puedo dejar de comentar algo. Han pasado un poco menos de tres años de esa noche y NUNCA la he vuelto a ver...