domingo, junio 03, 2007

EL FERRARI ROJO

Escrito en Octubre de 2005.
Comienza a vestirse después de una breve ducha, no hay mucha agua en su casa. La corbata Versace y el terno italiano de tres mil dólares son el atuendo que usara esta noche. La particular vestimenta seria ideal para asistir a una importante junta directiva o reunion de negocios, pero Pablo Ubeda va a ocuparla para asistir a la reunión de apoderados del colegio de su hijo.

“¡¿Dónde están tus joyas!?” Gritaba desesperado al ver que su mujer lucia una tenida totalmente improvisada, tuvo que amenazarla para que se colocara el reloj de oro, collar de perlas y anillo de diamantes. Mientras su esposa se colocaba las lujosas alhajas, fue a la cocina para tomar agua, la importante aparición social lo tenia muy nervioso. Abrió el refrigerador para sacar una botella de Evian –solo el envase, en realidad era Cachantun- ya que el suministro de agua potable estaba cortado por no pagar.

Son las siete de la tarde, los nervios aumentan cada vez más. Su desgastado auto del año 89 era la gran preocupación, decidió estacionarlo a varias cuadras del establecimiento, asi nadie podría verlo. Ingresa al colegio vestido como estrella de cine, ante la ingenua mirada de los otros padres vestidos con la ropa de trabajo o tenida de gimnasio. Camina seguro de si mismo saludando a todas las personas que se le cruzan, pese a que la mayoría no responde el saludo porque sencillamente no lo conocen.

Posa para todas las fotos identificándose como un gran empresario, en realidad es solo un recientemente ascendido a ejecutivo de bajo rango. La reunión todavía no comienza, camina por el patio intentando hacer amistad con los demás padres. Se jacta de sus grandes amistades como Piñera, Longueira o Vittorio Corbo, sus viajes de negocios a Europa y de las ganancias que le da su campo en la zona central. Los impactados padres se miran entre ellos y se preguntan “¿Que se cree este hue..?”. Se enteró que se les hacían descuentos en la colegiatura a los delegados, por esto durante la reunión solicitó ocupar varios cargos administrativos dentro del curso, pero todos fueron rechazados.

La reunión ha finalizado, nadie se despide de él. Un hombre de terno se le acerca pero no precisamente para hacer vida social, “Lleva catorce meses impago de colegiatura. ¿Nos esta hueviando?” le decía un inspector del establecimiento. Nervioso se apresura “¿No he pagado? Que raro... hablare con mi mujer”, rápidamente se retira. Jamás lo habían humillado tanto.

El Camino a su casa fue complicado. Su mujer estaba humillada y molesta. Nadie hablaba. Ambos estaban preocupados por el problema de dinero. En la calle Vitacura Pablo queda perplejo mirando una automotora, inmediatamente dice “mañana voy a pedir un crédito al banco”
-¿Para pagar el colegio?- pregunta su esposa esperanzada.

- No, para comprarme ese Ferrari rojo- responde ilusionado.

Utilizando el celular como linterna va hacia la despensa y saca unas velas, ahora les habían cortado la luz por no pagar la cuenta. Pero lo consideraba un problema menor, en su cabeza estaba el Ferrari rojo y su futura casa en San Damián, las deudas no eran un problema. La cada vez más lejana aceptación social de la elite era lo critico.

1 Comments:

Blogger imm16 said...

Casi lo olvido. Esto fue inspirado en un HECHO REAL... el que sabe, sabe

7:30 p. m.  

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