sábado, junio 16, 2007

TU PADRE

Ayer estuve presente en un nuevo titulo de COLO COLO, un nuevo tricampeonato. Por eso este me traía tantos recuerdos, recuerdos de hace 16 años cuando en el Monumental habiamos ganado el primer tricampeonato en la historia del cacique.

Al igual que el año anterior -y el anterior a este- partimos a la ruca en una muy calurosa tarde de diciembre. Para ser sincero no me acuerdo como nos ibamos, en esa epoca aun no existia el metro a Pedreros, pero seguramente ibamos en micro. Los dias eran distintos, mi viejo iba a todas, incluso viajabamos bastante a ver al popular con la Barra Juvenil -hoy conocida como Garra Blanca. Quizas les resulte extraño este ultimo, pero lo cierto es que mi padre era muy distinto al que algunos han conocido. Posiblemente sus dias de futbolista (lamentablemente jugando por la uc) le hayan impregnado esa pasion por el deporte y esos tan marcados valores de lealtad, compañerismo e incansable lucha. Mi viejo no es el clasico abogado que te debate por cualquier wea o que cada dos frases cita a un autor o articulo de algun codigo. Mi viejo es una persona muy sencilla y, pese a su excelente desempeño laboral, un hombre muy humilde. Pero esto era futbol, estabamos entrando a la Ruca, ahi no hay colores politicos, clases sociales ni ideologias que valgan, solo hinchas de Colo Colo.

El año 90 habiamos presenciado el bi-campeonato y la despedida de uno de mis grandes idolos del cacique: Raul Ormeño, quien convirtió dos goles y dejó maracada su leyenda, ademas de ser el jugador con más titulos en la historia del club. Logro que ayer fue igualado por David Henriquez y Lucho Mena, la diferencia es que Don Raul fue la figura y artifice de sus siete titulos. El 91 ya eran muchos los regalos. Campeones de la libertadores y ahora a las puertas de un esquivo tricampeonato. Pero yo era un niño, no dimensionaba lo que estaba por ocurrir en esa cancha, solo me emocionaba el hecho de ver en la cancha a Jaime Pizarro, Coca Mendoza y el Barti, mis grandes idolos de esos dias.

A diferencia de anoche, el partido del 91 fue un tramite: comodo triunfo con dos goles del eterno Rube Martinez, un goleador de fuste que metia goles hasta con la espalda. Anoche yo estaba nervioso, lo reconosco. Ademas el frio era impresionante y el cielo amenazaba con una lluvia que seria fatal, y por si fuera poco no estaba con mi antiguo compañero de estadio, mi padre obviamente. Creo que es la segunda vez que presencio una final sin su compañia (la otra fue con catolica el 2002), pero hace mucho tiempo el juro que no volveria al Monumental, ademas, su estado de salud le impide viajar en un metro tan saturado o tener que enfrentar los complejos ingresos al recinto. Fue raro estar sin el, ni poder comentar el partido con un experto (es una enciclopedia del futbol), pero filo... la llamada a los 90 minutos fue suficiente.

Ahora a seguir celebrando un titulo y el dia del padre. No voy a usar un discurso a lo Sergio Lagos "disfruta a tu viejo" y weas, pero espero aprovechar este dia. Es una fecha totalmente comercial y cada año pierde más simbolismo en manos de las grandes cadenas comerciales ("El dia de Tito" la wea patetica), pero mientras haya un dia para saludar y mostrar respeto a nuestros padres creo que se debe disfrutar y recordar aquellos momentos del pasado que tanta felicidad nos trajeron. Como una ida al estadio o un tricampeonato.