viernes, mayo 02, 2008

EL LLANTO

Ha sido una semana compleja. Me cuesta mucho y es casi imposible sacarme de la cabeza esa jugada de mierda, ese error puntual que nos costo el partido. La sensacion, o más bien la certeza de saber que por una falla tuya se perdio un resultado clave no se la deseo a nadie. La gente piensa que pasan cinco minutos y ya termino, pero no es asi. En la cancha lo olvidas al instante, claro. El partido sigue y hay que estar metido en el. Pero una vez que suena el pitazo final te das cuenta que no hay vuelta atras. La cagada esta hecha y punto.
La actitud de mis compañeros fue espectacular. Obviamente todos me apoyaron al instante. No hubo puteadas ni criticas -al menos en mi presencia- el problema es que con tantos años en esto uno aprende que mientras más te apoyan o te tiran para arriba en un error es porque este fue grande, y feo. Diganmelo a mi. Afortunadamente nunca me había mandado una cagada de proporciones -hasta ahora- ni siquiera en mis tiempos de basica o intermedia. Pero cuando un compañero falla, soy de los primeros que acude para apoyarlo y animarlo a seguir. Putear a un jugador es matarlo. Y eso no puede olvidarse, el partido dura 90 minutos y un error sucede en segundos.
Fue una semana dificil. Afortunadamente la gente pareció entenderlo asi. No se ha comentado mucho el partido, y cuando se ha hecho fue con hermetismo y cautela.
Pero hoy despues de mi 10k diario, estaba cambiandome en mi pieza y entre mi ropa vi la camiseta de Colo Colo junto a la de A Raz de Hierba. No se si fue coincidencia o un designio divino, pero la escena me hizo reflexionar mucho. Puede sonar una frase muy cliche, pero esto esta recien comenzando y no puedo echarme a morir. Y perdonenme si suena muy soberbio, pero experiencia tengo de sobra. Quizas no la misma que creía tener a los 18 años, cuando por ganar un par de campeonatos ya me creia una figura de clase mundial cuando en realidad valía callampa. Ahora sé con certeza que voy a salir adelante.
Lo unico que necesito para comprobar esto es una cancha y una pelota en mis pies. Por eso, despues de mi visión de esta tarde lo unico que quiero es volver a jugar, aunque sea la más penca y fome de las pichangas. Solo quiero jugar. Volver a pisar una cancha y demostrar lo que soy. Y ojo, que hace menos de una semana comentaba que el futbol me tiene stressado y ahora necesito imperiosamente jugar.
Bueno, no por nada el futbol es el deporte más hermoso del mundo.