lunes, mayo 12, 2008

¿NOS CONVIENEN LAS SAD?

La implementación de las sociedades anónimas deportivas (SAD) en el fútbol chileno provocó una serie de dudas y especulaciones acerca de este nuevo sistema de administración. Esto se tradujo en una serie de criticas y la aparición de fieros opositores al sistema, los cuales son en su gran mayoría los hinchas, que no están de acuerdos con la privatización de la actividad y la venta o cambio de administración de sus clubes. Manifestaciones masivas en contra de las SAD como la marcha de la Garra Blanca en noviembre de 2004, el “Caupolicanazo” de los hinchas de Universidad de Chile el 2007 o la violenta “funa” realizada por miembros de la barra de Santiago Wanderers a sus dirigentes, dan cuenta de una fuerte oposición de ciertos sectores al nuevo modelo.

Por esta razón es necesario definir cuales son los puntos a favor y en contra de las SAD.

A FAVOR:
- Mayor transparencia: El principal defecto de la antigua administración del fútbol chileno eran los pésimos manejos administrativos donde predominaba la falta de transparencia, principalmente porque nadie sabia que sé hacia con la plata y en que se utilizaba el capital. Ahora con la presencia de un directorio como la cara visible de las SAD los responsables del club tienen que responder a la hora de una mala gestión y deben estar informando constantemente acerca de las finanzas del club. El ex subsecretario de Chiledeportes y actual técnico de la Universidad de Chile, Arturo Salah, recuerda que “Antes quebraban las corporaciones y te ibas para la casa, no habías ninguna responsabilidad sobre las decisiones que tomas y las ineficiencias de gestión”. Por esta razón aún no existe un claro culpable en las quiebras de Colo Colo o la Universidad de Chile, solo sospechas y especulaciones. Además, los clubes transformados en SAD han demostrado un mayor ordenamiento interno, gracias a la designación de un directorio que especifica la función de cada miembro.

- Ingreso de nuevos capitales: Las SAD además de atraer nuevos capitales al fútbol, han incorporado nuevos actores, como empresarios, políticos e incluso universidades como es el reciente caso de Unión Española. Los empresarios están viendo al fútbol como un negocio atractivo, quizás esto pueda verse como un punto negativo al ver una mirada muy distinta al fin de la actividad (si la consideramos un deporte o espectáculo), pero la incorporación de estos capitales implican una gran responsabilidad en el club, si realmente se quiere lucrar con la inversión realizada. Esto trae una mayor preocupación en el equipo, en infraestructura y en el bienestar del plantel. Porque entienden que para obtener resultados hay que invertir.

- Inversión en las series menores: Las SAD entienden que una importante fuente de ingresos (posiblemente la principal) para nuestros clubes es la venta de jugadores al extranjero. Ejemplos como el de Matías Fernández o Arturo Vidal que fueron vendidos al fútbol europeo en varios millones de dólares lo demuestra. Por esta razón el potenciamiento de los juveniles resulta clave en el esquema de las SAD y son un gran aporte no sólo para el club, sino que para todo el fútbol chileno, ya que aparecen nuevas figuras que incrementan el nivel de la actividad. El modelo mexicano de administración es muy enfático en este punto y una de sus principales fuentes de inversión son las series menores, y el ejemplo esta empezando a ser utilizado en Chile. Tal como lo está haciendo Colo Colo con la “Casa Alba” en donde son alojados los jugadores de regiones, o el buen trabajo de cadetes que realizan clubes de provincia como O’higgins y Huachipato, que han significado la aparición de interesantes jugadores como Rodrigo Millar, Gonzalo Jara y Bryan Danessi entre otros.

- Nueva infraestructura: Las SAD plantean un importante trabajo en la infraestructura de los clubes, ya sea en estadios propios o en campos de entrenamiento de primer nivel que permitan desarrollar un trabajo de elite, y evitar las penosas escenas de clubes como Lota Schwager entrenando en canchas de barro e incluso en potreros. Esto trae beneficios inmediatos a la calidad de trabajo de los jugadores e implica mejoras en el nivel de preparación del plantel.

Si revisamos los puntos a favor de las SAD notamos que todos significan beneficios directos para la institución y su patrimonio. Ya que las nuevas administraciones tienen que ver la forma de mejorar el espectáculo y re-encantar a la afición, y esto sólo se logra con un equipo ganador, que dé espectáculo y que conquiste a la hinchada. A la vez, las SAD entienden la importancia de formar futuras estrellas que puedan ser vendidas en grandes sumas.

EN CONTRA
- Tradición:
El modelo de las SAD puede afectar las tradiciones del club. Como ejemplo esta Colo Colo, que siempre ha sido visto como el equipo del pueblo pero ahora es manejado por empresarios y uno de sus principales accionistas es Sebastián Piñera, lo que inmediatamente generó la reacción airada de los hinchas. La llegada de estos nuevos actores puede generar cambios estructurales importantes en la identidad del club, lo que preocupa a los hinchas. Pero Arturo Salah aclara que la ley de sociedades anónimas deportivas establece protecciones para que los simpatizantes no sean pasados a llevar “El tema de la tradición, de logros, la pasión, está resguardado en la ley de alguna manera. Que los socios tengan preferencias en la compra de acciones, que se mantenga la identificación, los himnos la insignia, que es pasión.”, cuenta Salah. En Europa esta el caso del Salzburgo FC de Austria, el cual fue comprado en 2005 por la empresa de bebidas energéticas Red Bull (de capitales austriacos). Red Bull cambió el nombre del equipo que pasó a llamarse “FC Red Bull Salzburgo” y modificó los colores de la camiseta de blanco con rojo de toda la vida a gris y azul –color del envase de Red Bull. Pero, la fuerte inversión realizada por esta marca de bebidas les entregó el titulo de la temporada 2006-2007. ¿El costo? El equipo perdió toda su tradición.

- Descontento de los hinchas: Los temas “pasionales” sin duda afectan al hincha. Cuando comenzaron los rumores acerca de la conversión de la Universidad de Chile a SAD, los simpatizantes más radicales del elenco azul amenazaban con dejar de asistir al estadio porque su club ahora se transformaba en una empresa. Es un punto muy vinculado al anterior, ya que se genera una desconfianza absoluta ante lo que pueda pasar, y el riesgo latente de perder la identidad y tradición del club por decisiones de empresarios y gente poco ligada a la actividad. En ese mismo sentido, la incursión de políticos y empresarios en el fútbol debe estar acompañada por gente que conozca el medio y pueda asesorar a los nuevos dirigentes a la hora de tomar decisiones. “Exitosos empresarios de sus actividades, pero hay que tener la experiencia y saber lo que significada cada decisión (futbolística) ese es nuestro drama”, afirma Salah.

- La actividad vista como un negocio: Que los miembros del directorio de la SAD vean al fútbol como un negocio es un arma de doble filo. Por una parte (la positiva), tienen que asegurarse que el proyecto sea rentable, lo que implica que si en determinado momento hay que “meterse la mano al bolsillo” lo van a hacer para cuidar su dinero. Pero se deja de lado el sentido del fútbol y ya no se ve como un deporte o un espectáculo, sino como un negocio, y eso es precisamente lo que tanto molesta y preocupa a los hinchas.

- Abusos directivos: Al tener el control completo de la administración, las SAD pueden incurrir en abusos directivos como subir fuertemente el precio de las entradas –situación que se vive actualmente en nuestro país- o tomar decisiones extremas como la venta de patrimonios o símbolos del club, o claro, llegar a lo que sucedió con el Salzburgo. Por esta razón es imprescindible la presencia de alguien vinculado al club en el directorio o en la estructura de la administración, porque un conflicto con los hinchas puede ser fatal.

Podemos ver que la parte contraria a las SAD es en general la posición del hincha. Un juicio basado en mucha especulación y datos pocos precisos, pero que muestra un factor común: el miedo a la perdida de la identidad, tradiciones y a los valores del fútbol. Y claro, como aún no podemos ver los resultados de las SAD en Chile, no se puede decir con certeza si esta identidad se va a mantener o perderse o si todo lo prometido por las SAD realmente va a concretarse.